Yo tenía viente años
No me quieras tanto,
Con los años y la vida
No me quieras tanto,
De todo lo del mundo sería capaz
Quintero - León - Quiroga
Y él me doblaba la edad.
En mis seines había noche
Y en las suyas madrugada.
Antes que yo lo pensara
Mi gusto estaba cumplido;
Nada me faltaba con él,
Me quería con locura,
Con todos sus cinco sentidos.
Yo me dejaba querer.
Amor me pedía, como un pordiosero,
Y yo le clavaba,
Sin ver que sufría,
Cuchillos de acero.
Ni llores por mi;
No vale la pena
Que por mi cariño
Te pongas así.
Yo no se quererte lo mismo que tú,
Ni pasar la vida pendiente y esclava
De esa esclavitud.
No te pongas triste,
Sécate ese llanto
Hay que estar alegre.
Mírame y aprende.
No me quieras tanto.
Ha cambiado mi querer,
Y ahora busco de sus labios
Lo que entonces desprecié.
Cegadita de cariño
Yo le ruego que me ampare,
Que me tenga caridad;
Se lo pido de rodillas, por la Gloria de su madre
Y no me sirve de nada.
Como una mendiga estoy a su puerta
Y con mis palabras mi pena castiga
Dejándome muerta.
Ni llores por mi;
No vale la pena
Que por mi cariño
Te pongas así.
Yo no se quererte lo mismo que tú,
Ni pasar la vida pendiente y esclava
De esa esclavitud.
No te pongas triste,
Sécate ese llanto
Hay que estar alegre.
Mírame y aprende.
No me quieras tanto.
Con tal que el cariño que tú me tuviste
Volviera a empezar.
Por lo que más quieras,
Sécame esta llanto.
Maldigo la hora que yo a ti te dije:
¡No me quieras tanto!